Las relaciones entre investigación y docencia suelen ser complejas y poco amigables. Las ideas de que lo importante es investigar y que enseñar es una actividad de segundo nivel para la que no hace falta más que dominar la disciplina están muy extendidas. Es habitual, por tanto, encontrar profesorado que actúa por intuición, reproduciendo las pautas que ha observado en sus propios profesores y que no tiene en cuenta los resultados de la investigación sobre la enseñanza y el aprendizaje en Educación Superior a la hora de plantear su docencia. De alguna manera la docencia se desarrolla en una suerte de amateurismo ingenuo y crece ajena el mundo académico con mayúsculas.
Este patrón predominante está cambiando de forma evidente en los países anglófonos donde el “ser académico” está adquiriendo un significado más diverso y versátil, a través de las redes, sociedades y revistas científicas que se orientan hacia el Scholarship of Teaching and Learning (SoTL).
Este es el punto de partida para abordar esta nueva edición de las Jornadas que REDU 2015. Nos planteamos lo siguiente: ¿Cómo podemos transitar desde una docencia que se puede calificar de “amateur” a una docencia más profesional y académica que se base en la experimentación y en un proceso sistemático de análisis de la propia docencia y sus efectos en el aprendizaje de los estudiantes? ¿Cómo se puede sustentar el citado análisis en evidencias y resultados que sean comunicados y, de este modo, conocidos y susceptibles de revisión crítica por parte de los miembros de la comunidad académica?
Estos interrogantes nos conducirán a conocer el significado de estos nuevos roles académicos emergentes, a tomar conciencia de cómo esta concepción se está plasmando a nivel mundial y en particular a nivel europeo y a conocer las realidades sectoriales de disciplinas que presentan ya un nivel de desarrollo significativo en el tratamiento académico de la docencia.